AUROBINDO:


He visto a los radiantes pioneros del Omnipotente
sobre la orilla celeste que mira hacia la vida
descender colmando la escalera ámbar del nacimiento

Precursores de una multitud divina,
surgiendo de los senderos de la estrella de la mañana,
llegaron al pequeño ámbito de la vida mortal.
Les he visto cruzar el crepúsculo de una era,
hijos de ojos solares de una aurora prodigiosa,
grandes creadores con amplias frentes en calma,
poderosos demoledores de las barreras del mundo.

Mensajeros de lo incomunicable,
arquitectos de la inmortalidad.
Han llegado a la caída esfera humana,
rostros que conservan todavía la gloria del Inmortal,
voces que aún comulgan con los pensamientos de Dios,
cuerpos embellecidos por la luz del Espíritu,
portadores de la mágica palabra, del místico fuego,
llevando la dionisíaca copa del gozo,
ojos que se aproximan de un hombre mas divino,
labios que cantan un himno desconocido del alma,
pies cuyo eco resuena en los corredores del tiempo.
Sumos sacerdotes de la sabiduría, la dulzura, el poder y la dicha,
descubridores de los soleados senderos de la belleza.

Un día su paso cambiará la sufriente tierra
Y justificará la luz en el rostro de la naturaleza