...CRISOL DE LOS DOLORES PURIFICADORES


¡Ánimo! Escucha la lección que, cada mañana, el sol naciente trae a la tierra en sus primeros rayos. Es una lección de esperanza, un mensaje de consuelo.


Tú que lloras, tú que sufres, tú que temes, no atreviéndote a prever el término de tus males, la desaparición de tus dolores, presta atención:


No hay noche sin aurora, y el alba se prepara cuando las sombras se hacen más densas; no hay niebla que el sol no disipe, ni nube que no dore, lágrimas que un día no seque, tempestad tras la cual no irradie su arco triunfal; no hay nieve que no derrita, ni invierno que no transforme en primavera esplendorosa. (...)


Si la prueba o la falta te han arrojado abajo, si has caído en algún sufrimiento profundo, no te aflijas, ¡porque es allí donde te abordará la ternura divina y la suprema bendición! Porque has pasado al crisol de los dolores purificadores, tuyas las ascensiones gloriosas
LA MADRE